¿Útil para quién? - Rafael Reig

Se está hablando mucho del voto útil entre las personas de izquierdas.
Una cosa debe quedar clara: nuestro objetivo debe ser
que no gane la derecha bajo ningún concepto, cerrar el paso a la
derecha conservadora, reaccionaria, mentirosa y meapilas. El
asunto es cómo. Algunos (como Llamazares y las encuestas) ya
dan por seguro que la derecha tiene perdidas las elecciones y reclaman
los votos prestados. Estas elecciones deberían consolidar
el voto consciente, maduro y responsable que ganó a la mentira y
al engaño del 11 al 13 de marzo del 2004 y por eso nadie debería
quedarse en casa y acudir a votar con ese objetivo claro porque
es muy complejo adivinar antes de la elecciones si nuestro voto
es más o menos útil. En todo caso que no tengamos que maldecir
nuestra mala suerte.

FELIPE DOMINGO CASAS MADRID

O sea, que lo que está diciendo es que, si somos de izquierdas,
tenemos que votar al PSOE para evitar que gane la
derecha (y luego tengamos que maldecir nuestra suerte,
etc.). ¿Le he entendido bien? Pues no estoy de acuerdo. En
primer lugar, se dirige usted a “las personas de izquierdas”, que
por lo tanto en ningún caso iban a votar a la derecha. Los votos
del Partido Popular dependen de sus votantes, no de las personas
de izquierda. Si la gran mayoría de la izquierda votara a Izquierda
Unida el Partido Popular no sacaría ni un voto más de
los que de todas formas le van a dar sus votantes. Así que, en definitiva,
lo único que está pidiendo es que voten al PSOE en lugar
de votar a Izquierda Unida, ¿a que sí?
Si una mayoría de españoles votamos a la izquierda (a IU y el
PSOE, aceptando por un momento que el PSOE sea de izquierdas),
¿qué ocurriría? Pues que el PSOE tendría que gobernar en
coalición, pactando con su izquierda, vigilado por su izquierda.
¿A usted eso le parece malo? A mí no. Usted pide el voto útil, no
para que no gane la derecha, sino para que el PSOE gane con
más comodidad. Es decir: con impunidad, sin ninguna censura
por su izquierda. A mí ése me parece el voto más inútil y peligroso
para la democracia: la consolidación del bipartidismo y un
cheque en blanco para el PSOE, que ya ha demostrado en qué
suele acabar gastándose esa clase de cheques.
Nadie de izquierda (en su sano juicio) quiere que gane el PP o
duda si votar al PP. Su arenga por tanto se dirige sólo a impedir,
mediante la exhibición del coco de la derecha, que los votantes
de izquierda voten a Izquierda Unida, para garantizar así una
mayoría más amplia y cómoda para el PSOE. ¡O yo o el diluvio!
Pues no mete miedo. A mí, al contrario, lo que me asusta es desalojar
a Izquierda Unida del mapa político y reducir las opciones
de la izquierda a la cabeza de jíbaro del PSOE. Me parece una
verdadera lesión para la democracia y una agresión vergonzosa
a la izquierda.

Rafael Reig